Por: Sausan Burshan

Hoy día todas las personas de cualquier edad, desde los más pequeños hasta los más grandes, jugamos una amplia gama de juegos, ya sea dramáticos, físicos, deportivos, constructivos, lógicos, de mesa, verbales, adivinanzas, digitales o combinados, entre otros. Los juegos son parte importante de nuestra cultura y tradiciones históricas y contemporáneas.

Un elemento que casi siempre está relacionado con el acto de jugar es el gozo, pero pocas veces se relaciona al juego con los procesos de desarrollo y aprendizaje de los niños y jóvenes. Según Vygotsky “en el juego, el niño siempre actúa de una manera que va más allá de su edad promedio, mas allá de su comportamiento diario; en el juego parece ser una cabeza más alta que si mismo”.

El juego es una de las estrategias claves del desarrollo y aprendizaje por varias razones:

  • El hecho que sea placentero promueve la disposición a participar en él y por ende en una experiencia de aprendizaje.
  • Crea un ambiente más abierto, relajado y seguro que invita a los niños y jóvenes a tomar riesgos, a poner en practica sus conocimientos, estrategias y habilidades que aún están en construcción sin miedo a equivocarse.
  • En su mayoría, ofrece a los niños y jóvenes una manera de evaluar su propio éxito.
  • Tiene ciertas reglas sociales que dirigen el comportamiento para que el juego sea exitoso, fomentando el desarrollo de auto-regulación.
  • Los juegos dramáticos o imaginarios permiten explorar escenarios que no pueden vivir realmente, donde acciones y objetos toman nuevos significados fomentando el desarrollo del pensamiento simbólico y abstracto.
  • Permite la participación de todos con sus propios niveles de conocimientos, estrategias y habilidades.

Por estas razones en Ágora, jugamos una gran gama de juegos. Cada uno de ellos tiene sus propios objetivos y los juegos que proponemos son cuidadosamente elegidos y cambian según las edades de los niños, las competencias a desarrollar, las disciplinas y/o aprendizajes que están construyendo.

Entonces, cuando escuchen a nuestros alumnos responder ¡Jugamos mucho! al preguntarles ¿Qué hicieron hoy en el Ágora?, ya saben que no solo fue un juego, sino que aprendieron algo.