Por Cyntia Gómez
Como seres sociales, vivimos inmersos en un sistema de relaciones que dan sentido a nuestro mundo y a la comprensión que vamos construyendo de él a lo largo de nuestra vida.
Las relaciones interpersonales contribuyen a nuestro bienestar psicológico, emocional y físico, así como al desarrollo de habilidades sociales que nos permiten construir formas de convivencia respetuosas, mirar los conflictos como una oportunidad de aprendizaje y crear redes en las cuales podemos sostenernos.
A través de ellas exploramos cuáles son los límites de los demás y los propios; nos convertimos en invitados y al mismo tiempo anfitriones en la vida del otro; nos aportan gozo y diversión, nos dan sentido de pertenencia y seguridad, al sabernos capaces de aportar valor a las relaciones en las que participamos. Nos permiten desarrollar la conciencia de que todos necesitamos de todos, moviéndonos de lo individual a lo colectivo.
Es importante tener la disposición de crear relaciones que nos inviten a una convivencia constructiva y no dar por sentado que esto ocurre de manera natural; el respeto, la escucha, el trabajo en equipo, la comunicación asertiva, el interés por el otro, la apertura a la diversidad, son algunos elementos importantes para construirlas.
En el Ágora, las relaciones entre los niños toman un papel central, pues resultan una especie de escenario en el que ponemos en juego interacciones y formas de convivencia que contribuyan al bienestar común.
- A través de la puesta en común, generamos espacios de diálogo entre alumnos y maestros que dan lugar a discusiones y reflexiones en grupo grande. Comparten noticias y experiencias que les son significativas y de las cuales deciden hacer partícipes a los demás.
- En el trabajo en grupos pequeños, tienen la oportunidad de intercambiar ideas, plantear hipótesis y discutir estrategias de trabajo que enriquecen sus conocimientos y habilidades, así como la exploración de posibles soluciones ante los retos que se les presentan.
- Ante situaciones de conflicto, se promueven diálogos respetuosos en los cuales los alumnos son invitados a expresar sus puntos de vista, tomando en cuenta lo que cada uno de los involucrados piensa, siente, así como a ser participantes activos en las soluciones.
En el Ágora continuamente estamos en la construcción de relaciones en las que podamos mirar y apreciar la riqueza de todos nosotros.